Millones de personas sufren los síntomas de la cruda cada fin de semana. Sin embargo, pocos entienden las causas fisiológicas de la cruda. Muchas consideran que la cruda es una simple deshidratación. Si esto fuera cierto, ¿no tendrías los mismos síntomas (vomito intenso, nausea y dolor de cabeza) después de hacer ejercicio intenso? Normalmente no.

 

La realidad es que la cruda y sus síntomas son resultado de complejos procesos fisiológicos. En forma simplificada, sus componentes principales son:

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• Inflamación: La inflamación es una respuesta natural de los tejidos del cuerpo ante estímulos dañinos como los golpes y las quemaduras o, en este caso, las toxinas que genera el metabolismo del alcohol. La mayor parte de la inflamación en la cruda ocurre en el cerebro.

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• Deshidratación: La deshidratación en la cruda afecta de dos formas principales. Por un lado, aumenta la concentración de las toxinas derivadas del metabolismo del alcohol en la sangre. Por otro lado, y no menos importante, reduce la cantidad de importantes nutrientes (vitaminas, electrolitos y glucosa) que se eliminan de forma acelerada mediante la orina.

 

Existen cientos de “remedios” y tratamientos de la cruda, la gran mayoría con poca evidencia de efectividad y algunos que pueden llegar a ser peligrosos. Médicamente, hace sentido tratar los síntomas de la cruda con base en los mecanismos que las generan. Es por esto que nuestros tratamientos se enfocan en la rápida reposición del líquido y los nutrientes perdidos por la deshidratación, así como el uso de medicamentos como analgésicos, antieméticos, antivertiginosos y protectores gástricos. Para esto, la vía intravenosa es la más rápida y eficiente ya que no requiere la absorción del sistema digestivo, que típicamente tarda de 3 a 6 horas.